Aunque estén finalizando los exámenes de final de curso, también nos encontramos con los exámenes de recuperaciones, estos vienen acompañados de uno de los momentos de mayor sufrimiento y estrés para numerosos estudiantes, que deberán pasar la prueba para la que han estado preparándose durante los meses anteriores. Aprovechamos para repasar algunas de las situaciones con las que el alumnado se enfrenta y cómo ponerle remedio para afrontar de una forma óptima el período de exámenes.

Según varios estudios realizados, el estrés académico de los y las estudiantes aumenta considerablemente en época de exámenes, lo que conlleva efectos sobre su salud: ansiedad, consumo de tabaco, alteración del sueño o de los hábitos alimentarios. Generalmente el principal factor del estrés es la falta de control sobre las nuevas demandas del ambiente, aunque algunos estudios también presentan como principales estresores académicos la carga de trabajos para casa y el propio estudio para los exámenes. Con todo, obviamente cada persona reacciona de una forma diferente a esta época, dependiendo de variables moduladoras como la edad, el sexo, el curso o el nivel socioeconómico.

A nivel personal, este desgaste puede afectar al estado emocional, a la salud física y a las relaciones interpersonales con el resto. Y dentro de cada uno de esos tres ámbitos los efectos pueden ser a corto o a largo plazo. Sin embargo, según uno de los estudios, realizado en la Universidad de Sevilla, especifica que aumenta el estrés en estos periodos, pero no de una forma drástica, por lo que no los niveles de estrés del alumnado no son alarmantes. Los exámenes conforman uno de los estresores académicos fundamentales en la vida estudiantil, con sensibles efectos a nivel conductual, cognitivo, emocional y fisiológico

Por otra parte, este estudio desvela que en la muestra elegida disminuyó el consumo de alcohol (debido a la reducción del tiempo libre), situación que corrobora el estudio realizado por la UMH —más reciente—, que además plantea que aumenta el consumo de cafeína, tabaco y otras sustancias psicoactivas, incluyendo psicofármacos. Éstas varían dependiendo de la titulación, puesto que los estudiantes de Medicina o Farmacia, al conocer dichas sustancias, prefieren consumir psicofármacos. Sin embargo estos presentaron mayores niveles de ansiedad y depresión en comparación con alumnos de Psicología, que prefirieron sustancias de uso recreativo como tabaco o cannabis.

En definitiva, y teniendo en cuenta todos estos factores y sus consecuencias, según indica el profesor de la UMH y director del Máster de Psicología General Sanitaria, José Luis Carballo, “es importante una adecuada planificación del estudio a lo largo de todo el curso académico, lo cual reducirá el estrés en esta época del año”. También indica que el consumo de estimulantes en exceso, como el café o el tabaco, puede ser un facilitador de estrés en la época de exámenes, por lo que indica que “debería sustituirse en la medida de lo posible por una adecuada gestión del tiempo y una buena higiene del sueño, evitando trasnochar, así como cuidar la alimentación”.